Abordaremos el budismo desde un nombre conocido para occidente. Partiremos de la figura del buda histórico: Siddharta (también denominado "Gautama" o "Gotama"), que se traduce del sánscrito como "el que alcanza la meta". En China y en Japón se le conoce como "Shakyanumi".
Nos adentraremos pues, en el relato, no sin recordar que lo importante de las historias es la facilidad que tienen para transmitir una idea, una norma... no la verdad histórica.
Sin embargo, para los que necesiten algo más la historia relatada se encuentra en el "Tripitaka", escrito en lengua pali (del sudeste asiático) textos recogidos del budismo 400 años después de ser transmitidos oralmente. En algunos matices de la historia, existen diferentes versiones.
El padre de Siddharta era Sudhoana y su madre la reina Maya. El reino del que formaban parte era Kapilavastu (lo que ahora es Nepal y parte de la India). Siddharta era un príncipe y tenía todo. Estudiaba para ser líder militar porque tras su nacimiento, su padre recibió la visita de un Brahmán que predijo que sería un líder político que extendería los dominios del reino, o bien un maestro religioso. Su padre entonces, puso todos los medios posibles para que se diera lo primero. Para evitar que Siddharta fuera un día monje lo mantuvo encerrado en el palacio, aislado del mundo.
Pese a su vida de opulencia, Siddharta sentía que le faltaba de todo. En efecto, albergaba una profecía en la mente. Y así, un día consiguió escapar (siendo joven) y vio un anciano por primera vez; se hizo consciente de la vejez. Otro día, vio un enfermo y se hizo consciente de la enfermedad. Más tarde, vio un muerto en un entierro y se da cuenta de que existe la muerte. Por último, un día vio un monje y conoció la vida del hombre espiritual. En ese momento, despertó en Siddharta la idea de hacerse un hombre espiritual también, después de sus tres primeros viajes fuera del palacio (que son los que muestran el sufrimiento del mundo).
En el sufrimiento, se percata de que está solo y de que hay que acabar con el sufrimiento; para lograr esto hay que encontrar unos mecanismos. Éste será el objetivo de Siddharta.
Al mismo tiempo, Siddharta siguió con su vida en el palacio y tuvo un hijo que lo llamó Rahula (que significa "contratiempo" en sánscrito). De esta forma, abandonó un día todas las posesiones materiales y fue en busca del conocimiento visitando diferentes sectas (algo parecido a los debates presocráticos). En su camino, encontró maestros de yoga y le enseñaron técnicas de meditación (en efecto, la meditación es anterior al budismo; es hindú y ya está en los vedas). No obstante, Siddharta creía que con la meditación no es suficiente, hace falta algo que transforme la realidad mental. Y así, se encontró un día con unos ascetas. Con ellos conoció la práctica de las "tapas", que consiste en ponerse dificultades para meditar (la purificación a través del sufrimiento). Pero pronto Siddharta se percató de que la vía del sufrimiento era la vía equivocada, y abandonó la secta. Tras esto, descubre "el camino medio": para llegar al nirvana hay que encontrar un camino medio entre abandonarse a los sentidos o renunciar a ellos.
Paseando, Siddharta dio con un tipo de higuera: el árbol bodhi. Decidió sentarse a meditar bajo este árbol hasta que llegara a descubrir por qué hay sufrimiento y la solución a esto. Durante su meditación se le apareció un diablo (mara) y lo tentó (al modo de las tentaciones a Jesús en el desierto).
Tras una iluminación, llegó a la solución. En ese momento, aparecieron sucesivamente los dioses hindúes que, pese a que él se opuso en un primer momento, le instaban a que lo explique.
Cabe destacar que con pequeñas imperfecciones en su camino, se introduce la idea de presentar un hombre común que a través del esfuerzo ha llegado a la iluminación. En efecto, Buda es un señor completamente normal pero "está despierto". Es decir, ve la realidad tal y como es mientras el resto estamos en el samsara. Al estar despierto, Buda es "Tathagatta": el que está ahora y aquí siempre. Nosotros siempre estamos entre pasado y futuro pero la realidad se nos escapa. Vivimos saltando y nunca podemos situarnos en el presente.
Retomando el relato, Siddharta decidió hablar con los cinco ascetas que abandonó anteriormente y que en un principio no querían hablar con él. Finalmente acceden al diálogo para descubrir qué es lo que ha aprendido. Y de esta forma, comienza la exposición.
Primer Sermón: Las Cuatro Verdades fundamentales+
Esto consiste en un truco mnemotécnico y un juego literario. El proceso subyacente es el siguiente:
1.- ¿Qué enfermedad tengo?
2.- ¿Cuál es la causa de la enfermedad?
3.- ¿Tiene cura?
4.- ¿Cuál es la cura?
Este es el proceso que seguía la medicina hindú en su diagnóstico. Buda presenta el sufrimiento como una enfermedad que se puede vencer y sigue este proceso:
1.- El universo está aquejado de sufrimiento (es Dukha= insatisfactorio o incompleto). Buda cree que los estados de felicidad son incompletos. Los placeres duran poco, son insatisfactorios. La prueba es que al final morimos. Por muy bien que estemos siempre nos espera la muerte. La idea central vemos que es pues, que la vida es insatisfactoria por principio.
2.- La causa no está en el mundo; está en nosotros. Es una causa mental, es lo que se ha traducido por apego. Nos "enganchamos" a las cosas buenas intentando evitar las malas y es un error. La causa final es la ignorancia ("avidya"= "a": no. "Vid": ver. Es decir, "no vemos las cosas como son").
3.- Buda dice que sí hay una cura porque la felicidad no está en el mundo sino en nosotros. Si cambiamos la manera de ver el mundo, seremos felices.
4.- La cura es el camino óctuple; un camino con ochos etapas que hay que cumplir. Si nuestra vida se basa en esos principios, seremos felices.
El camino óctuple
El camino óctuple es de tipo práctico, con el fin de alcanzar una felicidad que depende de nuestro estado mental fundamentalmente (no de causas exteriores).
Antes de adentrarnos en los ochos puntos, cabe remarcar algunas nociones generales de lo que se podría denominar "ética budista" (con muchos matices, totalmente exento de rigor).
En el budismo, las cosas no son buenas o malas son "Kusala" (correcto) o "Akusala" (incorrecto). Sin embargo, esta traducción no es aún del todo exacta porque implica aún bueno y malo. Seria más preciso traducir los términos por "adecuado" e "inadecuado" en función de un contexto. Por lo tanto, una cosa que parece ser Akusala puede ser Kusala en un determinado momento, y viceversa. Para clarificar algo más esta ética, podríamos afirmar que a diferencia de la ética de principios kantiana occidental, ésta es una ética más consecuencialista. No existen principios rígidos.
Nos adentraremos pues, en el relato, no sin recordar que lo importante de las historias es la facilidad que tienen para transmitir una idea, una norma... no la verdad histórica.
Sin embargo, para los que necesiten algo más la historia relatada se encuentra en el "Tripitaka", escrito en lengua pali (del sudeste asiático) textos recogidos del budismo 400 años después de ser transmitidos oralmente. En algunos matices de la historia, existen diferentes versiones.
El padre de Siddharta era Sudhoana y su madre la reina Maya. El reino del que formaban parte era Kapilavastu (lo que ahora es Nepal y parte de la India). Siddharta era un príncipe y tenía todo. Estudiaba para ser líder militar porque tras su nacimiento, su padre recibió la visita de un Brahmán que predijo que sería un líder político que extendería los dominios del reino, o bien un maestro religioso. Su padre entonces, puso todos los medios posibles para que se diera lo primero. Para evitar que Siddharta fuera un día monje lo mantuvo encerrado en el palacio, aislado del mundo.
Pese a su vida de opulencia, Siddharta sentía que le faltaba de todo. En efecto, albergaba una profecía en la mente. Y así, un día consiguió escapar (siendo joven) y vio un anciano por primera vez; se hizo consciente de la vejez. Otro día, vio un enfermo y se hizo consciente de la enfermedad. Más tarde, vio un muerto en un entierro y se da cuenta de que existe la muerte. Por último, un día vio un monje y conoció la vida del hombre espiritual. En ese momento, despertó en Siddharta la idea de hacerse un hombre espiritual también, después de sus tres primeros viajes fuera del palacio (que son los que muestran el sufrimiento del mundo).
En el sufrimiento, se percata de que está solo y de que hay que acabar con el sufrimiento; para lograr esto hay que encontrar unos mecanismos. Éste será el objetivo de Siddharta.
Al mismo tiempo, Siddharta siguió con su vida en el palacio y tuvo un hijo que lo llamó Rahula (que significa "contratiempo" en sánscrito). De esta forma, abandonó un día todas las posesiones materiales y fue en busca del conocimiento visitando diferentes sectas (algo parecido a los debates presocráticos). En su camino, encontró maestros de yoga y le enseñaron técnicas de meditación (en efecto, la meditación es anterior al budismo; es hindú y ya está en los vedas). No obstante, Siddharta creía que con la meditación no es suficiente, hace falta algo que transforme la realidad mental. Y así, se encontró un día con unos ascetas. Con ellos conoció la práctica de las "tapas", que consiste en ponerse dificultades para meditar (la purificación a través del sufrimiento). Pero pronto Siddharta se percató de que la vía del sufrimiento era la vía equivocada, y abandonó la secta. Tras esto, descubre "el camino medio": para llegar al nirvana hay que encontrar un camino medio entre abandonarse a los sentidos o renunciar a ellos.
Paseando, Siddharta dio con un tipo de higuera: el árbol bodhi. Decidió sentarse a meditar bajo este árbol hasta que llegara a descubrir por qué hay sufrimiento y la solución a esto. Durante su meditación se le apareció un diablo (mara) y lo tentó (al modo de las tentaciones a Jesús en el desierto).
Tras una iluminación, llegó a la solución. En ese momento, aparecieron sucesivamente los dioses hindúes que, pese a que él se opuso en un primer momento, le instaban a que lo explique.
Cabe destacar que con pequeñas imperfecciones en su camino, se introduce la idea de presentar un hombre común que a través del esfuerzo ha llegado a la iluminación. En efecto, Buda es un señor completamente normal pero "está despierto". Es decir, ve la realidad tal y como es mientras el resto estamos en el samsara. Al estar despierto, Buda es "Tathagatta": el que está ahora y aquí siempre. Nosotros siempre estamos entre pasado y futuro pero la realidad se nos escapa. Vivimos saltando y nunca podemos situarnos en el presente.
Retomando el relato, Siddharta decidió hablar con los cinco ascetas que abandonó anteriormente y que en un principio no querían hablar con él. Finalmente acceden al diálogo para descubrir qué es lo que ha aprendido. Y de esta forma, comienza la exposición.
Primer Sermón: Las Cuatro Verdades fundamentales+
Esto consiste en un truco mnemotécnico y un juego literario. El proceso subyacente es el siguiente:
1.- ¿Qué enfermedad tengo?
2.- ¿Cuál es la causa de la enfermedad?
3.- ¿Tiene cura?
4.- ¿Cuál es la cura?
Este es el proceso que seguía la medicina hindú en su diagnóstico. Buda presenta el sufrimiento como una enfermedad que se puede vencer y sigue este proceso:
1.- El universo está aquejado de sufrimiento (es Dukha= insatisfactorio o incompleto). Buda cree que los estados de felicidad son incompletos. Los placeres duran poco, son insatisfactorios. La prueba es que al final morimos. Por muy bien que estemos siempre nos espera la muerte. La idea central vemos que es pues, que la vida es insatisfactoria por principio.
2.- La causa no está en el mundo; está en nosotros. Es una causa mental, es lo que se ha traducido por apego. Nos "enganchamos" a las cosas buenas intentando evitar las malas y es un error. La causa final es la ignorancia ("avidya"= "a": no. "Vid": ver. Es decir, "no vemos las cosas como son").
3.- Buda dice que sí hay una cura porque la felicidad no está en el mundo sino en nosotros. Si cambiamos la manera de ver el mundo, seremos felices.
4.- La cura es el camino óctuple; un camino con ochos etapas que hay que cumplir. Si nuestra vida se basa en esos principios, seremos felices.
El camino óctuple
El camino óctuple es de tipo práctico, con el fin de alcanzar una felicidad que depende de nuestro estado mental fundamentalmente (no de causas exteriores).
Antes de adentrarnos en los ochos puntos, cabe remarcar algunas nociones generales de lo que se podría denominar "ética budista" (con muchos matices, totalmente exento de rigor).
En el budismo, las cosas no son buenas o malas son "Kusala" (correcto) o "Akusala" (incorrecto). Sin embargo, esta traducción no es aún del todo exacta porque implica aún bueno y malo. Seria más preciso traducir los términos por "adecuado" e "inadecuado" en función de un contexto. Por lo tanto, una cosa que parece ser Akusala puede ser Kusala en un determinado momento, y viceversa. Para clarificar algo más esta ética, podríamos afirmar que a diferencia de la ética de principios kantiana occidental, ésta es una ética más consecuencialista. No existen principios rígidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario