Para entender el pensamiento oriental...

El título resulta más bien propagandístico. Tal vez no sea lo más adecuado hablar de "entender" el pensamiento oriental cuando ni tan siquiera estamos trabajando a partir de un conocimiento del sánscrito (lengua de los textos originarios). Humildemente, podemos referirnos a "acercarnos" al pensamiento oriental, y para esto deberemos superar fundamentalmente tres escollos.El primero, es ver en la cultura ajena a la nuestra "lo mismo", vertiendo erróneamente una mirada desde lo propio.El segundo es su opuesto, es decir, retener las diferencias y dejarse llevar por la creencia de que el otro es lo diferente y yo soy "lo normal" (algo así como ir al zoológico).El tercero consiste en un "universalismo" fácil. Esto es, abusar del tronco común. Con esto, se pierde el interés que puede albergar la cultura que estudiamos.Por último, tenemos el relativismo perezoso. En este terreno todo es válido, de forma que al acomodarse en una inconmensurabilidad entre las categorías de pensamiento de nuestra cultura y la ajena, perdemos la posibilidad de intentar pensar el mundo con categorías distintas, tomar categorías de pensamiento diferentes.Estas dificultades al estudiar una cultura ajena, fueron establecidas por el filósofo y sinólogo francés, discípulo de Michel Foucault, François Jullien. Jullien, es un experto en cultura china antigua e intentó establecer las dificultades que a grandes rasgos he establecido anteriormente.Cabe tener en cuenta por último, que en el punto final, el pensamiento oriental siempre es inexpresable; es decir, nuestro logos occidental resulta no sólo estéril, sino un fuerte impedimento.

Pensamiento Hindú

El pensamiento hindú sienta las categorías básicas de todo el pensamiento oriental. Para tomar un punto de partida (y como occidentales que somos) comenzaremos por los textos. Los Vedas son los textos a los que nos debemos referir. Éstos son textos religiosos hindús donde encontramos mitos no exentos de reflexiones filosóficas. El texto más importante, el "Rigueda" creen que aparece en el 1200 a.C. y se continuó redactando durante siglos. Uno de los textos más conocidos es el "Nasadiya", el libro de la creación. Se puede considerar el primer texto históricamente interesante, así como su propio relato: al principio hay un "algo" inexplicable: el "Tad Ekam", que se caracteriza por autosuficiencia, estabilidad y ausencia de dualidad. Cuando estaba el Tad Ekam no había noche y día... Los dioses se encuentran en otro plano de la realidad pero no son seres omnipotentes creadores del universo. Están en la realidad (algo parecido a los dioses griegos de la antigüedad).
Anteriormente, se ha hecho mención a las reflexiones filosóficas. Pues bien, los Upanishads (800 a.C.) son los comentarios filosóficos a los Vedas. En estos se intenta clarificar los conceptos de una manera filosófica. Existen entre 108 y 200 Upanishads (en función del colectivo se reconocen más o menos).
Cuando nos acercamos al pensamiento hindú, existe un concepto central que conecta con el resto y que no podemos obviar de nuestra introducción, por muy general que sea: el "Samsara". El Samsara es el mundo tal y como lo percibimos, pero no es la realidad (lo cual parece a simple vista contradictorio para nuestras categorías occidentales de pensamiento). En la realidad no existe el individuo. Aquí lo que aparece es "Brahman". Todo lo que existe es una manifestación de este Brahman (lo cual podemos percibir como una estructura panteísta). El mundo tal y como lo conocemos son los atributos de Brahman; él es la realidad última y a ésta sólo podemos acceder a través de ejercicios de meditación, yoga... Ahora bien, también existe "Atman": la realidad mental última. Hay una única mente que es Atman. Las mentes que nosotros tenemos son ilusiones, sólo existe LA mente que es Atman. En este sentido, Atman y Brahman es lo mismo: la realidad última es la mente (la realidad última es mental y la realidad física no existe).
Volviendo al terreno del mito (algo al que siempre debemos volver, que será de nosotros cuando se nos vete la entrada...) cabe destacar el Mito de Lila (que se encuentra en los Upanishads i los Vedas). Según este mito, Brahman se aburría. Para divertirse, decidió jugar desdoblándose en muchas personalidades, que somos nosotros.
Efectivamente, nosotros somos Brahman y no lo sabemos. En definitiva, somos el juego de Brahman. Con esto, entre otras cosas queda justificada la existencia del mal; porque "de otra forma sería muy aburrido". Resulta necesario recordar que entre los hinduistas experimentados este mito es un experimento mental; algunos lo han utilizado para resistir situaciones extremas. Desde nuestro punto de vista, el concepto de "experimento mental" nos puede ser de gran utilidad. Existe una notable diferencia entre entender y creer: Esto lo entendemos y no lo creemos. Sin embargo, lo podemos incorporar a modo de una creencia superestructural que nos empuje a ver el mundo de una manera distinta. ¿Cuál es el objetivo final del pensamiento hindú? Una vez presentados estos conceptos podemos responder a esta pregunta. El objetivo final es despertar, darse cuenta de que uno mismo es Brahman y de que sólo existe esta realidad mental que es Brahman-Atman. Para esto, debemos purificarnos hasta que somos "Moksa" y nos damos cuenta de que la realidad es única, que esa realidad es en esencia mental, y ello genera una consecuencia práctica: la libertad. Es decir, consigues una mente libre. Libre de Samsara, de "Maya" ("ilusión" en sánscrito) y liberado de la ley del Karma. Con esto, se cierra tu ciclo de reencarnaciones, dejas de reencarnarte.
¿Qué es el Karma? Es la acción-reacción en el mundo mental. Es decir, si llevamos a cabo acciones correctas nos sucederán cosas buenas y al revés. Esta ley no tiene porque actuar en esta vida; puede actuar en futuras vidas (y de hecho lo hace). Si nos comportamos mal nos reencarnamos en algo negativo.
En el budismo, las acciones correctas te llevan al Moksa y las incorrectas hace que permanezcas en samsara. En el mundo del Karma no hay cosas malas y buenas. Hay cosas correctas e incorrectas. Las acciones correctas te acercan a despertar, al conocimiento. Esto entronca con el concepto de libertad hinduista: en el hinduismo, éste significa "libre de ignorancia", "libre del engaño", "libre de las necesidades" (nótese la diferencia con nuestro concepto de libertad).
Pese a lo expuesto hasta ahora, no todos los grupos religiosos reconocen la autoridad de los Vedas. El ejemplo más notable es el jainismo, que cuenta con aproximadamente cuatro millones de seguidores actualmente en la India.Los jainistas, realizan prácticas para la conservación de la vida. En los monasterios, los monjes comienzan a hacerse vegetarianos porque lo que se castiga es acabar con la vida de un animal. Cada uno es responsable de sus acciones.Pese a las virtudes ascetas, los jainistas son materialistas. Afirman que el Karma es una tela que va segregando una substancia, que se va haciendo más opaca en el cerebro físico lo que genera ignorancia. El objetivo es liberarse de esta tela con los ejercicios ascéticos y evitando dañar la vida.El jainismo distingue dos tipos de conocimiento: Relacional y absoluto.El conocimiento absoluto, para entendernos, es el de "la cosa en sí". En sánscrito es "Pramana".El conocimiento relacional es conocimiento de una cosa en relación con las otras; "Maya". En función de nuestro rol vemos las cosas de manera diferente. Cada uno de los mayas son realidades parciales, perspectivas (hay tantas como personas). Si uno todas las perspectivas tengo "Mayaniscaya". Tengo esta manera de llegar a "Moksa".Mi percepción de la realidad está cargada por intereses, deseos... Sumando mayasvoy consiguiendo diferentes perspectivas y llego a la "Moksa" para ver ya "la cosa en sí". En occidente, "la cosa en sí" es conceptual y está exenta de implicaciones prácticas. En el pensamiento oriental, esto es muy distinto: entender "la cosa en sí" es mi objetivo en la vida; liberarme de mi perspectiva para ser libre. En este sentido, no son puras creencias metafísicas, no son creencias abstractas; es algo eminentemente vivencial.
No podemos cerrar esta introducción sin hacer una referencia al yoga. El yoga es una práctica milenaria asociada al pensamiento hindú. La asociamos filosóficamente a los aforismo de "Patanjali" del siglo II a.C. Éstos estan bastante impregnados de budismo, puesto que el budismo es anterior.
El yoga es una filosofía práctica (como todas las orientales). Tiene como objetivo la "Moksa". Hay en ésta una metafísica, una teoria del conocimiento, una ética...En su metafísica, es un pensamiento "atomista" (para entendernos). Para el yoga todo el universo está hecho de pequeñas partículas; las "Prakrtri". Todo lo que existe son combinaciones de éstos "atomos" eternos e indivisibles. A su vez, contemplan tres atributos o figuras ("Gunas"):- El Sattwa: la inteligencia- El Tamas: la inercia (una especie de "freno")- El Rayas: el movimiento. Todo el universo es el intento de combinación de Tamas y Rayas para que Sattwa se manifieste. Nuestro objetivo es controlar Tamas y Rayas para que se de Sattwa. Debemos lograr un equilibrio entre Tamas y Rayas para llegar a "Purusha" (ver la realidad). Cuando interaccionan las partículas generan ondas físicas o fluctuaciones. El Karma en el yoga es la acumulación de esas ondas. Debemos liberarnos de ellas y cuando no nos quede ninguna nuestras partículas estarán equilibradas y llegaremos a "Purusha". Así, veremos la realidad e interaccionaremos con ella, pero ya no desde el deseo o la aversión. No obstante, en el "Patanjali" se pone de manifiesto el lenguaje como obstáculo para llegar a "Purusha". El lenguaje genera en nosotros la ilusión de estabilidades y esencias. Debemos llegar a "Sruti": el conocimiento no conceptual de las cosas (conocimiento inmediato).

sábado, 10 de noviembre de 2007

Conceptos Claves del Budismo. Las cuatro verdades y el camino óctuple

Abordaremos el budismo desde un nombre conocido para occidente. Partiremos de la figura del buda histórico: Siddharta (también denominado "Gautama" o "Gotama"), que se traduce del sánscrito como "el que alcanza la meta". En China y en Japón se le conoce como "Shakyanumi".
Nos adentraremos pues, en el relato, no sin recordar que lo importante de las historias es la facilidad que tienen para transmitir una idea, una norma... no la verdad histórica.
Sin embargo, para los que necesiten algo más la historia relatada se encuentra en el "Tripitaka", escrito en lengua pali (del sudeste asiático) textos recogidos del budismo 400 años después de ser transmitidos oralmente. En algunos matices de la historia, existen diferentes versiones.

El padre de Siddharta era Sudhoana y su madre la reina Maya. El reino del que formaban parte era Kapilavastu (lo que ahora es Nepal y parte de la India). Siddharta era un príncipe y tenía todo. Estudiaba para ser líder militar porque tras su nacimiento, su padre recibió la visita de un Brahmán que predijo que sería un líder político que extendería los dominios del reino, o bien un maestro religioso. Su padre entonces, puso todos los medios posibles para que se diera lo primero. Para evitar que Siddharta fuera un día monje lo mantuvo encerrado en el palacio, aislado del mundo.
Pese a su vida de opulencia, Siddharta sentía que le faltaba de todo. En efecto, albergaba una profecía en la mente. Y así, un día consiguió escapar (siendo joven) y vio un anciano por primera vez; se hizo consciente de la vejez. Otro día, vio un enfermo y se hizo consciente de la enfermedad. Más tarde, vio un muerto en un entierro y se da cuenta de que existe la muerte. Por último, un día vio un monje y conoció la vida del hombre espiritual. En ese momento, despertó en Siddharta la idea de hacerse un hombre espiritual también, después de sus tres primeros viajes fuera del palacio (que son los que muestran el sufrimiento del mundo).
En el sufrimiento, se percata de que está solo y de que hay que acabar con el sufrimiento; para lograr esto hay que encontrar unos mecanismos. Éste será el objetivo de Siddharta.
Al mismo tiempo, Siddharta siguió con su vida en el palacio y tuvo un hijo que lo llamó Rahula (que significa "contratiempo" en sánscrito). De esta forma, abandonó un día todas las posesiones materiales y fue en busca del conocimiento visitando diferentes sectas (algo parecido a los debates presocráticos). En su camino, encontró maestros de yoga y le enseñaron técnicas de meditación (en efecto, la meditación es anterior al budismo; es hindú y ya está en los vedas). No obstante, Siddharta creía que con la meditación no es suficiente, hace falta algo que transforme la realidad mental. Y así, se encontró un día con unos ascetas. Con ellos conoció la práctica de las "tapas", que consiste en ponerse dificultades para meditar (la purificación a través del sufrimiento). Pero pronto Siddharta se percató de que la vía del sufrimiento era la vía equivocada, y abandonó la secta. Tras esto, descubre "el camino medio": para llegar al nirvana hay que encontrar un camino medio entre abandonarse a los sentidos o renunciar a ellos.
Paseando, Siddharta dio con un tipo de higuera: el árbol bodhi. Decidió sentarse a meditar bajo este árbol hasta que llegara a descubrir por qué hay sufrimiento y la solución a esto. Durante su meditación se le apareció un diablo (mara) y lo tentó (al modo de las tentaciones a Jesús en el desierto).
Tras una iluminación, llegó a la solución. En ese momento, aparecieron sucesivamente los dioses hindúes que, pese a que él se opuso en un primer momento, le instaban a que lo explique.
Cabe destacar que con pequeñas imperfecciones en su camino, se introduce la idea de presentar un hombre común que a través del esfuerzo ha llegado a la iluminación. En efecto, Buda es un señor completamente normal pero "está despierto". Es decir, ve la realidad tal y como es mientras el resto estamos en el samsara. Al estar despierto, Buda es "Tathagatta": el que está ahora y aquí siempre. Nosotros siempre estamos entre pasado y futuro pero la realidad se nos escapa. Vivimos saltando y nunca podemos situarnos en el presente.

Retomando el relato, Siddharta decidió hablar con los cinco ascetas que abandonó anteriormente y que en un principio no querían hablar con él. Finalmente acceden al diálogo para descubrir qué es lo que ha aprendido. Y de esta forma, comienza la exposición.

Primer Sermón: Las Cuatro Verdades fundamentales+

Esto consiste en un truco mnemotécnico y un juego literario. El proceso subyacente es el siguiente:
1.- ¿Qué enfermedad tengo?
2.- ¿Cuál es la causa de la enfermedad?
3.- ¿Tiene cura?
4.- ¿Cuál es la cura?
Este es el proceso que seguía la medicina hindú en su diagnóstico. Buda presenta el sufrimiento como una enfermedad que se puede vencer y sigue este proceso:
1.- El universo está aquejado de sufrimiento (es Dukha= insatisfactorio o incompleto). Buda cree que los estados de felicidad son incompletos. Los placeres duran poco, son insatisfactorios. La prueba es que al final morimos. Por muy bien que estemos siempre nos espera la muerte. La idea central vemos que es pues, que la vida es insatisfactoria por principio.
2.- La causa no está en el mundo; está en nosotros. Es una causa mental, es lo que se ha traducido por apego. Nos "enganchamos" a las cosas buenas intentando evitar las malas y es un error. La causa final es la ignorancia ("avidya"= "a": no. "Vid": ver. Es decir, "no vemos las cosas como son").
3.- Buda dice que sí hay una cura porque la felicidad no está en el mundo sino en nosotros. Si cambiamos la manera de ver el mundo, seremos felices.
4.- La cura es el camino óctuple; un camino con ochos etapas que hay que cumplir. Si nuestra vida se basa en esos principios, seremos felices.

El camino óctuple

El camino óctuple es de tipo práctico, con el fin de alcanzar una felicidad que depende de nuestro estado mental fundamentalmente (no de causas exteriores).
Antes de adentrarnos en los ochos puntos, cabe remarcar algunas nociones generales de lo que se podría denominar "ética budista" (con muchos matices, totalmente exento de rigor).
En el budismo, las cosas no son buenas o malas son "Kusala" (correcto) o "Akusala" (incorrecto). Sin embargo, esta traducción no es aún del todo exacta porque implica aún bueno y malo. Seria más preciso traducir los términos por "adecuado" e "inadecuado" en función de un contexto. Por lo tanto, una cosa que parece ser Akusala puede ser Kusala en un determinado momento, y viceversa. Para clarificar algo más esta ética, podríamos afirmar que a diferencia de la ética de principios kantiana occidental, ésta es una ética más consecuencialista. No existen principios rígidos.

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